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Poco a poco la rosa se marchita.
Poco a poco pierde su color.
Poco a Poco su aroma desaparece.
Poco a poco se entristece su andar.
Así como yo me marchito, se marchita la rosa.
El color de mi voz se opaca como los pétalos de mi rosa.
Mi perfume natural se difumina en las ruinas de mi rosal.
Y estos pasos tristes buscan consuelo como mi rosa muerta.
Ya no desfila vanidosa entre las demás flores mi rosa amada.
Ya no alerta a los enemigos con sus afiladas espinas.
No engalana ya mi rosa muerta las praderas de mis sueños.
Empolvada y sepultada yace mi rosa, marchita de dolor...
Esto es lo que soy... Espíritu empedernido en las noches sin días. Colores que varían según la estación. Sonrisas y lágrimas mezcladas en un tazón. Esto es lo que quiero ser... Elemento que motiva a naciones, luz de aquellos que la han perdido. Una medicina pa curar el olvido. No tengo nada, mas lo entrego todo. No soy nadie, sin embargo para muchos soy algo más. Esto es lo que soy... Un conjunto de palabras desorganizadas intentando esconderse detrás de las amapolas para no llorar. Un espejo en donde nadie se refleja. Una sonrisa falsa para evitar el dolor. Quién soy? Simplemente, un alma sin cuerpo.
En el vientre de la madre Tierra se guarda el secreto mejor custodiado de la naturaleza
La profundidad virginal del cielo contrasta con el sopor vanidoso del mar.
La fauna, perdida entre los bosques y selvas respira el aire de la libertad que se mezcla con los aromas de una mañana estremecida por el afán de cada día.
Mientras en constante ir y venir de las olas del mar me cuentan al oído historias milenarias, yo me pregunto. Podrá un pintor reproducir la escena que imagino? y podrá ese pintor transmitir aquello que siento en un lienzo limitado por sus marcos?
A la luz de la ironía me acuesto, el insomnio no es más que un vestigio de la caída del gran imperio de fierro, escribo unos versos que se esparcen por el viento y llegan a los oídos de nadie y de nuevo la soledad... y el silencio que mata y endurece poco a poco mi corazón.
